Es trencadís, mosaico de recholas rotas, las tres primeras fotos es interior y las dos últimas en el exterior.
No sabeis la de horas que tiene hacer esto, pero vale la pena, al menos para mi.
Llevaba muchos años guardando cualquier plato, taza u otro utensilio de cerámica que se me rompiera a mi ó a mi familia y me gustase el color ó el estampado, incluso alguna botella de cristal, y cuando ya nos decidimos a construir nuestra casa, fue el momento porque había muchas paredes por decorar. Compré más recholas de colores brillantes y restos de muestras procedentes de una empresa constructora y me puse manos a la obra (nunca mejor dicho).
Hay que tener en cuenta el material de agarre si es para el exterior ó el interior y tambien un buen andamio si la pared es muy alta. Y bueno mucha muchísima paciencia y muchas horas.
Tambien es conveniente tener claro el dibujo a realizar ó la idea. Si es abstracto y no hay dibujo, al menos la combinación de colores porque después de tanto trabajo, si no nos gusta, es una pena.
Me ha encantado siempre la obra de Gaudí y me emociona ver los mosaicos de trencadís que hay en todos sus edificios, la combinación tan bien elegida de colores y la posición de los platos y tazas rotas que parece hayan sido creados especialmente para estar allí.
Y claro, tenía que probar a hacerlo yo tambien, espero disfruteis las fotos.
Adeu.
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